top of page

La crisis curativa

  • catherineariana
  • 18 abr
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 5 días

La crisis de autoregulación del cuerpo.

Crisis curativa

En otras formas de medicina se percibe a la enfermedad como una vía de autorregulación del organismo y no necesariamente como algo negativo si los síntomas son cortos y agudos. Distinto es el caso cuando los síntomas se dilatan por mucho tiempo y van acompañados de instancias de agotamiento extremo, dolores intensos y prolongados, cambios en los fluidos corporales que podrían ser señal de una infección severa que requiere otro tipo de tratamiento.

Dicho esto, a la hora de analizar lo que en la medicina "alternativa" se conoce como la crisis curativa es muy importante saber discrepar entre lo que está en nuestras manos curar y que se trata solo de una excreción por parte del cuerpo para su autorregulación y lo que vendría siendo una infección o un deterioro de la salud más severo que se debe abordar de otras formas.

Por supuesto, cada medicina aborda de una forma específica cómo se trata ese desequilibrio. En el Higienismo más estrictamente aplicado solo se usaría la alimentación para tratar cualquier alteración de salud, en especial la "no alimentación", es decir, el ayuno y/o la autofagia más que la nutrición en la mayoría de los casos. Ello porque la mayoría de los "colapsos" orgánicos que son interpretados como enfermedad como la diarrea, el estreñimiento, las alergias intensas, los dolores de cabeza, resfríos, son eso solamente: signos de colapso por exceso de comida. Y es notoria la diferencia en la evolución del colapso cuando se sigue ingiriendo mucha comida y cuando se baja la ingesta y se eligen alimentos livianos y ricos en agua, además de acompañar el cuadro con descanso. Al bajar la presión sobre el cuerpo el organismo detiene rápidamente el signo de colapso y se mantiene mejor por más tiempo, mientras que si no se toman medidas los signos siguen hasta que se produce una condición crónica o se desarrolla un cuadro infeccioso.


Entonces, ¿qué signos son los más típicos del colapso? dolor de cabeza, fiebre, diarrea, estreñimiento, excreción de mucosidad por vías respiratorias o intestino, granos o alergia en la piel. Si estos signos se dilatan por más de 3 días o la fiebre es superior a 39ºC ya será necesario tomar otras medidas, sin embargo, si se ingieren alimentos más acuosos y livianos y se descansa generalmente el cuerpo se autorregula solo y es capaz de combatir mejor las infecciones a las que podría estar expuesto y, de hecho, no desarrollarlas.

Lamentablemente, esta concepción es completamente opuesta a la que se tiene en la cultura popular en donde el caldo de pollo, entre otras recomendaciones, son las más típicas en casos como estos. Curiosamente, ese caldo de pollo es algo más liviano que el arroz con vacuno que sería la otra opción "normal".

Es también preciso diferenciar otra situación que ocurre por signos físicos asociados con la carencia nutricional como el cansancio crónico, la dificultad para recordar y pensar, adormecimiento del cuerpo, mala calidad de tejido y musculatura, los que se deben abordar con un criterio particular a cada situación del paciente.

A mi parecer, saber conocer el cuerpo y sus signos es sin duda uno de los conocimientos más urgentes en cuanto a la autogestión de la salud. Así también, saber cómo afectan las emociones a cada persona y cuáles son más peligrosas para la propia salud.

Las emociones de tristeza, angustia, miedo y rabia también pueden gatillar desequilibrios orgánicos, algunos de los que se expresan como crisis curativas y otros como baja de defensas que no son lo mismo. Por ejemplo, el moco respiratorio en la mayoría de los casos es solo una secreción viscosa transparente carente de virus, y es con los días y bajo ciertas circunstancias que luego alberga virus. De hecho, es común entre higienistas que signos asociados con patógenos sean solo los síntomas pero sin patógenos en los cultivos de los exámenes.


Existen distintas hipótesis de por qué se produce la enfermedad, sin embargo, aún no es claro qué la produce exactamente. Y si bien, en muchos casos hay un microorganismo asociado, no parece ser siempre la causa del desequilibrio si no más bien, un hábito que genera un ambiente en el cual dicho microorganismo se desarrolla más de la cuenta. Un ejemplo concreto de esto es la cándida que vive naturalmente en nuestro cuerpo, pero que si se ingiere muchos azúcares refinados crece y causa trastornos.

Escuchar las necesidades del cuerpo es urgente para ir entendiendo cuál es el origen de la alteración de salud y, se quiera o no, ese camino de autoconocimiento es sobre todo personal.


Les saluda cordialmente,


Catherine Ariana


Aprende más sobre la crisis curativa, la energía vital y más en esta clase:


Principios del Higienismo, crisis curativa, energía vital y más

 
 
 

Komentáře


bottom of page