"La vida es increíblemente más dura ahora porque es "aburrida"" - Dra. Ana Lembke, especialista en adicción de la Universidad de Standford y autora del libro "Dopamine nation: Finding balance in an age of indulgance" (La nación de la dopamina: encontrando equilibrio en una era de indulgencia)
Estamos forzados a buscarnos algo que nos distraiga porque muchas de nuestras necesidades están resueltas fácilmente hasta sin siquiera salir de casa, ya que podemos hacer todo por internet como buscar alimento, vestimenta, incluso citas amorosas. Por otro lado, muchas personas tienen sus necesidades básicas cubiertas, es decir, la pobreza era mucho más cruda antes de lo que es ahora y algo de tiempo queda actualmente para la distracción. Esto conlleva la necesidad de hacer algo con el tiempo libre porque, de lo contrario, se experimenta aburrimiento y este es llenado con estímulos de todo tipo siendo los más frecuentes los que se hacen frente a las pantallas. Por ello se ve más que nunca un incremento en la adicción de las redes sociales, servicios de streaming, pornografía, entre otros. Son cosas que se usan para "relajarse" en primera instancia pero que a la larga terminan siendo adictivas y nos desconectan de la vida presencial que va a otro ritmo, no a 5G.
Lamentablemente el sistema actual en que operan todas estas plataformas es justamente diseñado para crear la adicción a ellas y llenar ese "aburrimiento", ofreciendo el contenido más deseado por el espectador gracias a un seguimiento constante de lo que el usuario hace en internet.
El equilibrio del placer y del dolor
Tanto placer como dolor se interrelacionan en el cerebro a través de un mecanismo de equilibrio que funciona como un péndulo, es decir, si se siente mucho de uno el cerebro compensa causando un poco del otro. Por ejemplo, jugar videojuegos causa placer y luego si se deja de jugar causa malestar. Entonces, la persona se dice: "Solo un poco más" y luego no puede parar porque los videojuegos son una de las cosas más adictivas que existen ya que involucran al espectador. Nosotros no somos conscientes de esta tendencia adictiva hasta que ponemos atención a ello.
El mecanismo del dolor tiene características dominantes sobre el placer, es decir, en la medida que te haces adicto, el placer que recibes no es proporcional al nivel de dolor que te causará la falta de ese estímulo. Si se sigue haciendo más y más ocasiona un estado de baja dopamina extremo y en ese punto ya no se siente nada de placer. Por lo que hay una diferencia importante entre un uso esporádico y frecuente de una sustancia/cosa y de cómo esto configura nuestro sistema de recompensa en el cerebro que está dominado por la dopamina.
Para sumar más complejidad a esto, una vez que te haces adicto a algo es más fácil que seas adicto a otras cosas.
Entonces, ¿qué hacer con el aburrimiento?
Entendemos entonces que en el tiempo libre que tenemos muchas personas experimentan aburrimiento en vez de creatividad, reflexión, contemplación, sentir o disfrute de estar presente. Combatir el aburrimiento con distracciones puede provocar ansiedad, en especial si son estímulos audiovisuales. Sin embargo, para quienes se aburren es de importancia experimentar esto. Es una cosa normal en la vida que finalmente da el espacio de reflexionar sobre nosotros mismos y ver LO QUE ES NECESARIO HACER. Ya sea con nosotros encontrando nuestras pasiones como cosas simples del día a día, quizás plantar alimentos en tu jardín, ayudar a otra persona, explorar tus habilidades, etc. Dejar aflorar la propia creatividad y nutrir el mundo interior.
No combatas el aburrimiento con distracciones, sino que con lo que es necesario realmente y obtendrás poco a poco la sensación de estar en el lugar correcto en tu vida.
Sanar la adicción: Resetea tus hábitos
Existen formas más adaptativas que otras de equilibrar la dopamina, por ejemplo, no permitir a uno mismo estar con el estímulo por mucho tiempo, seguir usándolo/haciéndolo pero moderando el tiempo que se pasa en ello. Las medidas dependerán de si se ha alcanzado esos estados extremos de baja dopamina, ya que en este caso será mejor dejar el estímulo progresivamente, mientras que para adicciones leves van mejor las medidas más radicales.
Si se trata de adicciones más comunes y no tan intensas intenta estar 30 días sin la sustancia/hábito que te causa dependencia. Luego de este período el circuito de la dopamina se regenerará, es decir, el cerebro producirá su propia dopamina sin depender de esas dosis extra que se obtenían antes.
Te vas a sentir mal por aproximadamente 2 semanas pero desde la tercera en adelante te vas a sentir mucho mejor. Sustancias como el café, el té y otros alcaloides pueden causar síntomas de abstinencia por 2 a 3 días, así que los tiempos pueden fluctuar dependiendo de lo que quieras dejar y de cada persona.
Esta no es una opción para dejar sustancias fuertemente adictivas como drogas duras o medicamentos psiquiátricos como las benzodiacepinas, ya que estas producen síntomas agudos de abstinencia por lo cual requieren una guía cuidadosa y, en lo posible, un centro con experiencia en estos casos y las instalaciones médicas necesarias.
Para acompañar este proceso será útil tener nuevos hábitos que disfrutes, que sean más sanos y que signifiquen un cambio positivo para ti. Por ejemplo, en vez de estar frente a la pantalla salir a dar un paseo por la ciudad o al campo o empezar a hacer deporte.
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Boletín: ¿Qué es la adicción?
Un vídeo que hice que explica en parte por qué se produce esta sensación de "aburrimiento":
Un cordial saludo,
Catherine Ariana
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